César Vallejo- Primera parte





César Abraham Vallejo, nace el 16 de marzo de 1892, en Santiago de Chuco a 3,500 metros de altitud en Perú. Es el más pequeño de once hermanos de la familia Vallejo Mendoza.
Sus dos abuelos eran sacerdotes y sus dos abuelas, indígenas, razón por la cual su mestizaje estaba igualmente equilibrado.
En 1910: Parte para Trujillo y se inscribe en la Facultad de Filosofía y Letras. Poco después entra a trabajar en la hacienda "Roma" de producción azucarera de la que "saldrá marcado". . . ya que a pesar de tener un sueldo y trato acorde a sus estudios ve el dolor del pobre y la injusticia sobre el desposeído.
Pocos años después renuncia a la hacienda y retoma la carrera de letras y comienza al mismo tiempo la de Derecho; es en ese tiempo que toma el cargo de profesor de un colegio.
Inquieto como es, viaja a Lima y gracias a la fama adquirida en el ámbito intelectual sobrevive gracias a la publicación de sus poemas en diarios y gacetillas.
En 1918 publica su primer poemario: “Los heraldos negros”, en el que son patentes las influencias modernistas, sobre todo de Julio Herrera y Reissig. En dicho poemario aparece lo que será una constante en toda su obra: la solidaridad del poeta con los sufrimientos de los hombres, que se transforma en un grito de rebelión contra la sociedad.
En 1920 pasa por Huamachuco, y pronuncia una conferencia; para su desgracia ésta desemboca en una revuelta popular; Cesar Vallejo pasa tres meses en la cárcel, durante los cuales escribe otra de sus obras maestras, “Trilce (1922), que supone la ruptura definitiva con el modernismo y con el nacionalismo literario.
Vallejo, inquieto y desconforme consigo mismo , se embarca para Europa, con una moneda de 500 soles y un águila de oro anudada en su pañuelo. Ignorando el idioma, sin recursos ni relaciones . Llega Paris, un viernes 13. Durante dos años pasará una vida de penurias, incluso escapa de la muerte debido a una hemorragia producida luego de una intervención quirúrgica.
Consigue el trabajo de secretario de la recién fundada empresa de los periódicos iberoamericanos en París. Colabora con artículos para dos revistas peruanas y consigue por medio de un contacto una beca del gobierno español razón por la cual se marcha a España.
El que esté más establecido económicamente no hace que Vallejo deje de experimentar inestabilidad y descontento de si mismo que lo hace preguntarse constantemente sobre la injusticia social y el por qué de la vida y la muerte. Él mismo, exclama al visitar cafés de moda y espectáculos como parte de su trabajo periodístico :"Todo esto no es ni yo ni mi vida".
Pero inestable como es, renuncia a su trabajo y a la beca española; nuevamente la pobreza lo rodea por lo que se retira a vivir en los alrededores de parís; allí se pregunta por la existencia, por la injusticia social y comienza a pensar más analíticamente en el marxismo como solución a una sociedad justa.
Viaja a la unión soviética y a su vuelta a París funda la célula
marxista peruana. Esta es la etapa artística de "Poemas en Prosa" "Contra el secreto profesional" y "Hacia reino de los Sciris".

Posteriormente realiza dos viajes más a la unión soviética pero luego del último intenta colocar tres obras teatrales en España que son rechazadas por lo que vuelve más pobre que antes a París.
Cuando la guerra civil surge en España (Julio 36), Vallejo colabora de inmediato en la creación de "Comités de Defensa", meetings, colectas de fondo, emprende una serie de artículos en los que denuncia lo inicuo de la no-intervención, sólo provechosa al fascismo. Parte para Barcelona y Madrid en diciembre. El 31 está de regreso en Paris.
La angustia lo aparta de su obra poética pero prosigue sus artículos contra el fascismo. En un congreso internacional de escritores antifascistas celebrado para España Vallejo es nombrado delegado del Perú.
Durante el mes de Setiembre bruscamente surge de Vallejo el monólogo de meses interminables, en unos 80 días escribe 25 poemas, los últimos de "Poemas Humanos" ; es a la misma España que dirige su plegaria y el exceso de su desesperación, "España, aparta de mi este cáliz".
Un día de marzo en 1938 amanece con fiebre y carece totalmente de apetito; amigos médicos compatriotas suyos le visitan recetándole una que otra pastilla sin tratarlo propiamente
-Vallejo está mucho más grave de lo que ellos creen-
La delegación peruana en Paris decide el traslado de Vallejo a una clínica. Durante dos días Vallejo rechaza este traslado. El 24 de Marzo sin embargo, acepta, y el médico Lejard, médico del ministro Calderón queda designado como único médico ejecutivo de Vallejo, quien tampoco atribuye mayor gravedad al estado de su paciente, quien por suprema desgracia "le cae mal"....
Tendido en su último lecho, no habrá quien se sienta suficientemente garantizado por la genialidad de Vallejo, como para arriesgar algo de dinero para salvarle la vida. Después de una dura agonía muere Vallejo el viernes santo, 15 de abril de 1938, a las 9 y 20 de la mañana.
Sólo mas tarde se sabrá que Vallejo sucumbió a un muy viejo paludismo reaparecido después de 20 o 25 años, a consecuencia de un estado general debilitado.